Cómo fijar objetivos altos y realistas?
- Alexandra Gantier
- Oct 17, 2023
- 5 min read
Updated: Oct 17, 2023
Desafíate a Ti Mismo: Estrategias para Fijar Metas Ambiciosas y Factibles en Cualquier Ámbito

En la contemporaneidad, nos encontramos inmersos en un mar de responsabilidades que demandan nuestra completa atención. Desde el comienzo del día, vemos cómo las horas se desvanecen inexorablemente mientras perseguimos incansablemente el cumplimiento de nuestras múltiples obligaciones, tanto en el ámbito laboral como en el personal. Cada día se convierte en un desafío constante, apurando a los miembros de nuestra familia, si tenemos hijos, o apurándonos nosotros mismos para llegar puntualmente a nuestro lugar de trabajo. Este ritmo frenético de vida se ha erigido como patrón de nuestra existencia contemporánea.
Los frutos que cosechamos en este proceso se manifiestan en forma de un cuerpo sometido a niveles insostenibles de estrés, preparando así el terreno para el desarrollo de enfermedades que se manifestarán en los próximos años. Asimismo, el entorno familiar, un espacio donde compartimos nuestros afectos más profundos, no escapa a las consecuencias del agotamiento cotidiano, generando un clima de tensión constante. En lo más recóndito de nuestra mente, una inquietud perturbadora nos acompaña hasta el momento de conciliar el sueño. Y, para agregar un peso adicional a la ecuación, la constante insatisfacción ante la imposibilidad de cumplir con nuestros objetivos y metas personales se convierte en un factor que nos puede llevar hacia la depresión.
¿Cuáles son los pasos necesarios para alcanzar una transformación que facilite el establecimiento de objetivos altos y factibles?
El reconocimiento es la primera etapa
1. El reconocimiento constituye la primera fase en este proceso.
Inicialmente, adquirir conciencia de la situación es el punto de partida fundamental. Esto implica la capacidad de identificar y admitir tanto nuestras competencias como nuestras limitaciones. Un ejercicio inicial consiste en reflexionar sobre nuestras habilidades y áreas de comodidad. Sin embargo, no debe pasarse por alto la necesidad de abordar de manera sincera y franca nuestras restricciones personales. Esto incluye el reconocimiento de dónde debemos esforzarnos más y en qué aspectos podríamos beneficiarnos de la colaboración y el apoyo externo.
También, la escucha activa de las personas que comparten nuestro entorno se presenta como un recurso valioso. La percepción y el comportamiento de los demás hacia nosotros pueden funcionar como un espejo de nuestra propia conducta. Valorar la opinión constructiva que nos brindan puede proporcionar valiosas perspectivas, ayudándonos a ajustar nuestra trayectoria de una manera que resulte beneficiosa, sin caer en la crítica perjudicial.
2. Elabora un plan de acción que defina claramente tus objetivos
Transcribe tus aspiraciones elevadas en un documento detallado que refleje tus metas concretas. Define con precisión tus objetivos ambiciosos y explora las razones subyacentes que impulsan tu búsqueda. ¿Qué significa exactamente alcanzar estas metas para ti? Evalúa tanto el impacto emocional como el material que esperas lograr. Es de suma importancia comprender la motivación subyacente detrás de tus metas: ¿Qué emociones esperas experimentar al alcanzarlas? ¿Estás persiguiendo estos objetivos por razones personales o influenciado por el entorno?
Para resumir:
Establece claramente tu punto de partida (Punto A) y visualiza tu destino final (Punto B) para tener una comprensión clara de tu trayectoria. (a dónde voy)
Define las fases o hitos intermedios entre estos dos puntos y crea un plan detallado sobre cómo planeas alcanzarlos (cómo voy).
Asegúrate de que cada etapa superada se alinee con un propósito significativo y comprende la importancia de cada paso en el camino hacia tu meta final (por qué voy).
3. Diseña un plan que te lleve a tus metas
Esta estructura se enfoca en el aspecto práctico y secuencial de tu trayectoria. Identifica hitos clave que actuarán como marcadores de progreso a lo largo del tiempo (conocidos como "milestones"). Como lo vimos, necesitas trazar una ruta clara y definida que te lleve desde un punto de partida (A) hasta un destino final (B). Personalmente, encuentro útil la creación de listas de tareas (''to do lists") organizadas por trimestres. Cada lista me permite alcanzar un hito específico, y cada hito allana el camino hacia la realización de la última meta.
Este marco temporal debe ser realista y adaptable a tus limitaciones personales. Al trabajar en un calendario, ten en cuenta únicamente los días laborables (ya sean 7, 5 o 3 días a la semana), siendo consciente de las demandas de tu vida cotidiana y del tiempo que debes reservar para actividades no relacionadas con tus objetivos profesionales, como el cuidado del hogar u otras responsabilidades. Lleva a cabo este calendario como un compromiso verdadero.
4. Organiza tu día con actividades diferentes
La organización con límites de tiempo es crucial para aumentar la productividad. Enfocarte en una sola actividad durante el día no es la forma más eficaz de trabajar. De hecho, sumergirte en una única tarea durante días puede hacer que pierdas la perspectiva necesaria para mejorar en lo que estás haciendo. Entonces, para tener más satisfacción de tu día, limita cada actividad en el tiempo. Por ejemplo, de 8:00 a 9:00 am, respondo a mis emails, de 9:00 am a 10:30 am, trabajo en tal proyecto, de 11 am a 12:00 pm me ocupo de tal otro proyecto.
Organiza la diversidad de actividades a lo largo del día. Realizar múltiples tareas te permite concentrarte en diferentes cosas, una a la vez. Al final del día, experimentarás la satisfacción de haber completado más tareas que en aquellos días en los que solo te enfocabas en una cosa en el trabajo.
5. Darse tiempo para enfocarse y tomar pausas
Iniciar el día con una breve meditación de 15 minutos, ya sea en la oficina o en casa si trabajas de forma remota, permite que la mente se sumerja en un estado de concentración. Durante el día, dedicar entre 5 y 10 minutos a meditar proporciona la perspectiva necesaria para abordar los problemas laborales con calma. Diversas investigaciones sobre la práctica de la meditación y "mindfulness" han demostrado que esta práctica es particularmente efectiva para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión (1).
Asimismo, tomarse pausas durante el día resulta igualmente esencial y contribuye al proceso de adquisición de nuevas habilidades por parte del cerebro (2). Por ejemplo, es recomendable tomar descansos cada 45 minutos (según el nivel de concentración en ese momento, ya que los estudios revelan que la capacidad de concentración disminuye después de unos 20 minutos (3)). Levantarse, dar un breve paseo o simplemente hidratarse durante el día son prácticas importantes. Permanecer constantemente frente a la computadora no mejora la concentración y a largo plazo puede afectar negativamente la salud mental. Si trabajas en una oficina, tómate 5 minutos para caminar. Si trabajas desde casa, también es crucial tomarse un descanso de 10-15 minutos para recargar energías.
Establecer metas desafiantes y realistas es viable siempre que tu mente esté despejada, tengas una comprensión clara de tus objetivos y hayas diseñado un plan de trabajo realista que te permita alcanzar tus metas tanto a nivel profesional como personal.
(1) "Mindfulness meditation: A research-proven way to reduce stress ; Mindfulness meditation can improve both mental and physical health", American Psychological Association, 2019
(2) "Want to learn a new skill? Take some short breaks ; NIH study suggests our brains may use short rest periods to strengthen memories.", National Institutes of Health, 2019
(3) "Imaging brain fatigue from sustained mental workload: An ASL perfusion study of the time-on-task effect", Volume 49, Issue 4, 15 February 2010, Pages 3426-3435.
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